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martes, 18 de marzo de 2014

¡¡Pero qué rápido pasa el tiempo!!

¡Hola!¿Me habíais olvidado? Sigo aqui eh, aunque me da la sensación de que yo también me he olvidado de todo...o no, quizás es que el tiempo pasa tan deprisa que uno no se da cuenta de los días que han pasado hasta que no miramos el calendario.

Desde la última vez, a finales de noviembre, anda que no han llovido días....y agua también ha caido. Hemos pasado las navidades, la depresión post-navidad, el mes de febrero triste y por fin, ahora en marzo, parece que se va recuperando otra vez la alegría. Nose si es porque llega el buen tiempo, porque la primavera "la sangre altera", o porque a la gente le ha dado tiempo a recuperarse de la resaca navideña (tiempo ha tenido ya oye) y por fin se echa a la calle. Pero bueno, vamos por partes.

La Navidad. Dulce Navidad. Esa época en los que los excesos están a la orden del día. Ese mes en el que parece que se va a acabar el mundo con el cambio de año y tenemos que vivir a tope por si no hubiese un mañana. Son días en los que se supone que la familia está presente, que ésta fiesta se trata de eso, de vivir y disfrutar de la familia, comer con ellos, reunirse con todos, grandes comilonas...
Aunque no sólo con la familia, también grandes banquetes con los amigos, los menos amigos, con los compañeros de trabajo, con la peña futbolera....uff, desde luego es normal que acabemos saturados de tanta Navidad.

La Navidad es una época muy buena para los bares, pub y en general todo el sector hotelero. Por no decir que es el mejor mes del año, en el que se gana bastante dinero. Aunque también es un mes en el que vale todo. Si, si, vale todo. Todo lo referente a la oferta y la demanda. Se gana dinero a base de gran sacrificio. Te tienes que "bajar los pantalones" para conseguir que la gente llene tu establecimiento.

Lo voy a explicar de mejor manera.

Los restaurantes éste año han tenido que hacer números para ofrecer la mejor oferta gastronómica a sus clientes para que éstos se gastasen el dinero en su establecimiento. Es decir, han tenido que ajustar mucho, muchísimo el precio del menú para atraer a grupos y todo tipo de comidas/cenas y poder llenar el local.
Al igual que todos los pubs de la ciudad. Desde mediados de noviembre, empieza la lucha de todos los rrpp (relaciones públicas) para atraer a empresas, grupos de amigos, familias, etc., ofreciendo todo tipo de descuento en copas para llenar los locales. . Está claro que si un pub esta lleno de gente, pues inevitablemente parece que atrae a más y más. Es la Ley de Murphy. Cuanto más lleno está un bar, más gente quiere entrar....

Desde el punto de vista de un camarero, como yo, es un mes desquiciante. Uff, un mes en el que se trabaja mucho, se duerme poco, la capacidad de aguante que tenemos que tener tras la barra es increible. Creo que nuestro saco de paciencia acumulado durante todo el año lo gastamos durante éste mes. Sale mucha gente que habitualmete podemos ver todos los fines de semana, pero también sale mucha gente que no es habitual, que no tienen la costumbre de beber, de trasnochar, y ahí vienen los problemas. No saben comportarse en éste tipo de fiestas. También hay muchos excesos de todo, si, de TODO (no voy a dar mas pistas) y bueno, hay que pasar el trago de la mejor manera posible.
Un detalle también a tener en cuenta es que durante éste més es mucha gente la que sale, la que viene de otras ciudades para ver a la familia, y bueno, se ven las calles llenas y los establecimientos también llenos. Por eso es el mejor mes para la hostelería, porque todo el mundo tiene dinero para gastar y salir.

Después de la Nochevieja, la mejor noche del año, llegan los Reyes Magos (consumismo total) y para más o menos el 15 de Enero, la gente se queda sin un puto duro (con perdón). Y aquí empieza la depresión, la cuesta de Enero, el Febrero de recogimiento y hasta que no llega la primavera con el buen tiempo....nada de nada.

Enero y Febrero son meses apáticos, fríos, tristes y con un gran agujero en el bolsillo. Son los meses más duros para todo, sobre todo para nuestros estómagos e hígados que están para explotar después de tantos excesos.

En éstos dos meses, los pubs tienen que volver a tirar de ingenio para motivar a la gente a salir. Si que es verdad que hoy día, y tal y como está la zona de marcha actualmente en Mérida, todos los fines de semana hay de todo. Jam Sessions, monólogos, conciertos varios. Con sacar a la gente de su casa y conseguir que pase un rato entrenenido ganamos todos.

Nose, son meses de transición. Ahora ha llegado el mes de Marzo, y con él el buen tiempo, el sol, el calor y parece que el ánimo de las personas ha subido. Después de dos meses encerrados, la gente quiere calle, vuelve la alegría y espero que vuelva todo a su cauce natural, porque sino, yo me voy a desquiciar. Necesito sentirme útil de nuevo detrás de la barra.

La primavera la sangre altera. La alegría vuelve, las ganas de salir florecen y mi primavera particular está a punto de comenzar....

Un saludo y hasta la próxima.