Ver, oir y callar, la realidad de aquel que en su puesto de trabajo ve cosas que otros no ver, escucha mil y una historias y secretos sin quererlo y no puede o no debe contar jamás a los demás.
¿Quién decía que un camarero era simplemente eso? ¿Quién pensaba que su trabajo se limitaba sólo a poner cafés/cervezas/copas? No señores, un camarero es algo más que eso. Un camarero es además un amigo con el que pasar un rato agradable y un psicólogo en muchas ocasiones que te ayuda, te escucha y con el que te puedes desahogar gratuitamente.
Dentro de una barra se aprende cada día. Se evoluciona. En muchas ocasiones el camarero se convierte en un gran amigo con el que compartir tu vida. Basta un simple café para ponerse al día de las cosas de la vida, de las experiencias personales, del día a día de cada persona. El camarero se convierte en tu confidente. Si yo hablase de todas las cosas que veo, me cuentan y oigo, creedme que tendría para escribir unos cuantos libros, pondría el mundo patas arriba!! Pero no, no lo hago, porque el que viene a mi es mi amigo, mi cliente y hay cosas que no se pueden contar....
Muchas veces el camarero, encargado de servir bebidas, pasa a ser un psicólogo. Si, porque además de compartir buenos momentos, también sabe escuchar y sabe aconsejar. Yo, particularmente, he tenido que escuchar a mucha gente desahogándose conmigo, sobre todo ahora, en éstos tiempos que corren. Puede ser el amigo que tiene un problema y que acude a ti para pedirte su opinión, o simplemente aquel cliente que viene de paso, que entra en el bar donde tu trabajas y que si ve que le prestas atención te cuenta sus historias particulares. Ahí es donde se aprende, ahí es donde se escucha y ahí es donde se hace la clientela que te acompañará durante mucho tiempo.
Para mi es muy importante el trato con el cliente. Y para el cliente es muy importante el trato que se le dá en un lugar, porque eso hace que vuelva, que repita y que se convierta en un compañero de fatigas. Te puede gustar mucho un bar, pub, discoteca por la música, por el decorado, por la situación, por "la moda" pero donde esté un sitio donde el camarero te trate bien, te entienda con la mirada y te acompañe, creedme que ese será el lugar elegido. Esa fidelidad sera mútua.
Esa es mi mayor satifacción en este mundo. El saber que la gente cuenta conmigo para sus confidencias, el saber que la gente acude al lugar donde yo trabajo porque le gusta el trato recibido por mí. Ese es mi mayor orgullo. Me siento orgullosa por todas las personas que me acompañan en ésta vida, por todas las personas que valoran mi trabajo y me siento realizada de hacer mi trabajo lo mejor posible, porque yo no creo en la perfección, siempre se puede mejorar, siempre se debe mejorar y eso lo valorará tanto el camarero que es el que aprende, como el cliente al que se atiende.
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